viernes, 24 de julio de 2009

EL COLOR DEL PARAISO

(The color of paradise) (Rang-e khoda)
Ficha técnica:
Dirección y guión: Majid Majidi.
País: Irán.
Año: 1999.
Duración: 90 min.

LA HISTORIA
Mohammad es un niño ciego de ocho años que estudia en un colegio especial de
Teherán. Inteligente e hipersensible, ha desarrollado extraordinariamente los demás
sentidos y sufre con la rudeza de su padre, un carbonero viudo que ve a su hijo
como una maldición de Dios. Esta frialdad marca las vacaciones de Mohammad en
su pueblo natal, una preciosa aldea perdida en las tierras altas del norte de Irán. Allí,
el chaval intenta ganarse a su padre -que está obsesionado con volver a casarse-,
mientras disfruta de los parajes naturales y del cariño de sus dos hermanas y de su
abuela, una mujer trabajadora, vitalista y religiosa.

LOS PERSONAJES
MOHAMMAD, EL BUSCADOR
Se trata de un niño ciego de unos 10 años. Es un niño de una fuerte sensibilidad. Ya
en las primeras escenas se nos muestra su capacidad de recoger recuerdos que
luego se convertirán en regalos. Le vemos atento a la naturaleza, feliz con el cariño
de su abuela y sus hermanas. Pero vive su ceguera con profundo sufrimiento en la
medida que es rechazado como una maldición por su padre. Hay un momento en
que expresa bien el sentido de su sufrimiento:

“Nadie me quiere ¿sabe? Ni siquiera mi abuela. Todo el mundo se aleja de mí
porque soy ciego. Si pudiera ver podría ir a la escuela del pueblo con los otros
niños. Pero como no puedo ver tengo que ir a la escuela para niños ciegos en el
orto extremo del mundo. Nuestro profesor dijo que Dios ama a los ciegos porque
no pueden ver y yo le dije que si fuera así no nos habría hecho ciegos, para que
pudiéramos verlo a él. El me contestó, Dios no es visible está en todas partes,
puedes sentirlo cerca, lo ves a través de la punta de los dedos. Ahora tiendo las
manos por todas partes buscando a Dios hasta que pueda tocarlo y pueda contarle
todos los secretos de mi corazón”.
Su condición de ciego le permite una habilidad especial para escuchar y leer la
naturaleza. Así oye hablar a al pájaro carpintero con su pico, lee con las puntas de
su dedos en las piedras del río y en las espigas. Así ha aprendido especialmente a
especialmente a escuchar y a tocar. También ha aprendido a ver con el corazón.
Especialmente las escenas de encuentro con su abuela en la distancia. En su
sufrimiento (presentado con lágrimas) es capaz de la alegría.

SU PADRE, UN HOMBRE PERDIDO
El padre es un hombre perdido. Vive en el egoísmo de su propio camino y ha
olvidado de todo y todos los demás. La carbonera es un signo de su propio interior.
Nos muestra su interior cuando su madre le abandono y grita desesperado:
“¿Quieres causarme dolor? ¿no? Lo hice por su propio bien ¿Qué voy a hacer
ahora? ¿Qué habré hecho de malo? ¿Qué he hecho yo para merecer este castigo? Y
tener que estar cuidando de un niño ciego durante el resto de mi vida. Dime,
¿quién cuidará de mí cuando sea demasiado viejo y no tenga fuerzas para trabajar?
¿Por qué ese gran Dios tuyo no me ayuda a salir de esta miseria? ¿Por qué debo
estarle agradecido? ¿Por las cosas que tengo? ¿Por todas mis miserias? ¿Por un niño
ciego? ¿Por la esposa que perdí? He aguantado cinco largos años, sí. ¿Qué has
hecho tú? Eso, soy un hombre pobre y miserable, perdía a mi padre tan pronto que
apenas lo recuerdo. ¿Quién se preocupa de mí? ¿Quién va ayudarme? Vete, vete
donde quieras. Vete de aquí”.

LA ABUELA, EL ROSTRO DEL AMOR
La abuela es el gran personaje de referencia para Mohammad. La vemos
acogiéndolo en su llegada, besándolo y
acariciándolo. Hay un momento en que le
dice “Yo daría mi vida por ti,
Mohammmad”. Vive en la naturaleza y el
trabajo puede ser una contemplación como
dar de comer a las gallinas o preparar el
tinte para la lana. Es la referencia de la
familia y entiende con lucidez lo que le
pasa a su hijo: “Lo haces por él (Mahammad) o lo haces por ti” (cuando quiere
llevarlo fuera de casa) ”Eres tu el que me preocupas” (cuando está enferma). Es una
mujer de oración y cercanía a Dios.

LOS MAESTROS DE LA VIDA
- El primero le conoce, le ayuda y le ha ofrecido claves para afrontar su situación.
- El segundo compartiendo la ceguera, en el aprendizaje de la carpintería le enseña
como enfrentar la vida.

LAS HERMANAS, LA ALEGRÍA DE LAS VÍCTIMAS
Son alegres, cariñosas con Mahammad pero incapaces de enfrentarse al padre que
les somete a sus planes.

UNA PELÍCULA IRANÍ QUE MIRA DESDE EL ISLAM
La palabra "Islam" significa sumisión, en este caso a Dios, único merecedor de
nuestra sumisión y nuestra adoración. El Islam no es sino la restauración a su pureza
original, a través de la revelación al Profeta Muhammad (saws), del monoteísmo
esencial que Dios había venido revelando a los hombres ya desde Adán, primer
hombre y primer profeta, y otros profetas posteriores, como Ibrahim (Abraham),
Musa (Moisés), Isa (Jesús), y otros muchos, la paz sea con todos ellos. El monoteísmo
se había visto comprometido como resultado de las desviaciones que,
paulatinamente, habían ido separando a los hombres de las revelaciones hechas a
los profetas anteriores. Se hacía necesaria, pues, una nueva revelación, esta vez
definitiva y universal, que restableciera de manera firme, clara, y precisa, la relación
primordial, la conexión directa entre la criatura y su Creador. No es, pues, el Islam
una religión creada ex novo, "inventada", sino la cumbre del monoteísmo. Al decir
del místico Abdelkarim Al-Yîlî (767-820 AH/1365-1417 d.C.):
"Todas las demás revelaciones son reflejo del cielo de esta suprema revelación, o una
gota de su océano. Siendo reales, se ven aniquiladas por el poder de esta revelación
esencial, que es exclusivamente de Dios en virtud de Su conocimiento de Sí mismo,
mientras que las otras revelaciones son de Dios en virtud del conocimiento de otras
personas."
http://www.islamencastellano.com

PARA SEGUIR PENSANDO…
1. La presencia de lo invisible
El cine como el arte en general trata de hacer visible lo invisible. ¿Cómo puede la
pintura expresar un sentimiento? ¿O cómo puede una fotografía contar una historia?
Uno de los retos más fuertes del cine ha sido intentar pasar a la pantalla el misterio
de Dios.
En El color del paraíso Dios se hace visible a través de los sentidos. Así hay un
sonido de Dios que el el cuco que va acompañando a Mohammad y que también
cantará en el momento final.
También se muestra a Dios por donde habita. Así el director nos muestra
detenidamente el cielo en la muerte de la abuela y en el desenlace. En estos casos
para comunicarse Dios se muestra como una luz blanca que ilumina con extraña
luminosidad al sujeto. Es una luz que mitad viene de fuera y mitad brota de dentro.
2. La creación como palabra de Dios
Majid Majidi nos invita a contemplar la creación. El paso del mundo urbano de
Teherán, al pequeño pueblo rural donde vive la familia de Mohammad es un salto
hacia la naturaleza.
La película invita especialmente a la contemplación del color. Así los contrastes
cuando tiñen las telas o los campos en flor. Mohammad no ve la naturaleza pero la
siente y la escucha. Él busca con sus manos el código profundo todo. Él escucha el
secreto de la realidad.
Para el director la naturaleza es creación de Dios. Y cuando el mal invade la vida
hasta la creación se nubla. Es significativa la escena luminosa donde los niños y la
abuela recogen los huevos de las gallinas y les dan de comer. Al poco el tiempo se
nubla y todos entendemos que se avecina algo malo. Y esto ocurre en varios
momentos.
Al final Dios irá diciendo sus palabras a través de la creación como había prometido
el maestro al pequeño Mohammad.
3. El icono de las manos
El hombre son sus manos. En esta película las
manos muestran las actitudes de las personas.
Hay manos abiertas como las de la abuela y
manos cerradas como las del padre. Hay
manos que trabajan y que enseñan creando
como las del maestro carpintero.
Unidad didáctica 5
El color del paraíso Prof. Peio Sánchez
Pero también hay manos que se cansan y están manchadas como el padre pintando
la casa. Hay manos que ven aunque no vean y manos que no ven aunque vean.
Hay manos blancas aunque sean negras. Y también aparecen las manos que dan
regalos o que rezan. Siguiendo las manos encontraréis el verdadero ser de cada
personaje.
4. La experiencia de ser salvados
Hay tres parábolas escondidas en la
película. La de una cría de pájaro a la cual
Mohammad salvará llevándola con esfuerzo
al nido. Hay un pez que colea fuera del
agua al que la abuela, a pesar de sus
dificultades, se para para rescatar. Pero
también aparece una tortuga atrapada ante
la cual el padre pasará de largo.
La salvación supone que en la debilidad una mano que viene de fuera nos salva
para llevarnos al nido a al agua de vida. ¿Qué mano aparece aquí salvando al
pequeño Mohammad?
5. El problema del mal y la elección
La película se toma muy en serio el problema del mal representado en el padre.
Este hombre vive únicamente para sí mismo y se siente maldecido por Dios. Sobre
el se descargan los sonidos del pecado, de la maldad (cuando se corta afeitándose,
o cuando camina por el bosque llevando a Mohammad en el caballo).
Pero a pesar de vivir para sí hay un momento en que se lanza al peligro por su hijo
y descubre apenado las consecuencias de su cerrazón.

RECUERDA LAS PALABRAS DEL COMIENZO: “En el nombre de Dios”, añade el
título de la película y una oración “Ambos sois vistos y no vistos. Sólo te quiero a Ti.
Sólo pienso en tu Nombre”.

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